De nuevo una cita olímpica nos permitió ver a atletas habituales en los crosses de nuestro circuito. Hoy en París, en la final del 5000 en categoría femenina y en las semifianles del 3000 obstáculos en la masculina. En los cinco kilómetros de mujeres reconocimos a Beatrice Chebet, doble campeona mundial de cross en 2023 y 2024, a quien vimos ganar este año en Elgoibar, a su compatriota Faith Kipyegon, la reina mundial del medio fondo, a quien vimos ganar en Sevilla en 2016, a la burundesa Francine Niyomukunzi, a quien vimos ganar en octubre de 2021 primero el cross de Amorebieta y una semana más tarde el de Soria, a Margaret Chelimo, la keniana a quien vimos ganar en Itálica en 2020, imponiéndose a la gran Obiri. A la italiana Nadia Battocletti, campeona de Europa de cross y de 5000 y 10000 este año en Roma, a quien vimos esta temporada pasada correr en el cross de Alcobendas. O a Joselyn Brea, campeona de España de cross en 2023, que internacionalmente compite con su país de nacimiento, Venezuela. Y echamos en falta a nuestra paisana, la palentina Marta Garcia Alonso que fue décima en una de las semifinales (solo las ocho primeras se metían en la final de hoy).
Frente a todas ellas la neerlandesa Siffan Hassan, etíope de nacimiento, en pos del más difícil todavía: igualar la gesta del checo Emil Zatopek ganando el oro en 5000, 10 000 y maratón, en los mismos Juegos. Y la etíope Gudaf Tsegay, la mujer que más rápido ha corrido jamás un 5000 con catorce minutos justos.
Al revés que la final del 10 000 masculino esta carrera salió muy táctica con Chebet marcando delante un ritmo cómodo y Hassan, fiel a su estilo, aguardando su momento a la cola del grupo. El primer kilómetro se pasó en 3´10´´, algo que alertó a la noruega Grovdal y a Battocletti, que se pusieron en cabeza para acelerar el ritmo, entendiendo que una carrera tan lenta no les iba nada. Así se pasó el segundo kilómetro (en 2´55´´) con Kipyegon frotándose las manos, sabiéndose la más rápìda de todas si nadie aceleraba de manera considerable. Por fin, coincidiendo con el paso por el tres, empezaron a moverse las africanas. Fueron las etíopes las primeras en endurecer la carrera, con las kenianas detrás y Hassan progresando hacia la cabeza. Todo se iba a resolver en el último kilómetro y, en su distancia, a kilómetro y medio del final Kipyegon dio un paso adelante para encabezar el grupo. El cuarto kilómetro se corrió en 2´54´´y el último se adivinaba estratosférico.
En cabeza quedaron ocho corredoras, siete africanas y una europea, Battocletti. Las tres kenainas se fueron por delante con Hassan corriendo a por ellas. Pero la enorme calidad de Chebet y Kipyegon le hizo imposible subir a lo más alto del podio. Hassan se tuvo que conformar con el bronce y Beatrice Chebet, la mejor crossista de la actualidad, batió a su compatriota para lograr el oro olímpico. Por detrás, espectacular Battocletti, que además batió su propio récord de Italia.
Antes de esta final se disputaron las semifinales de los 3000 obstáculos y ahí pudimos ver a otro habitual de nuestros crosses, el burgalés Dani Arce, que fue cuarto en su serie y se clasificó para la final. Su carrera la ganó Soufiane el Bakkali, el marroquí actual campeón olímpico y del mundo. A ambos los tuvimos este mes de enero en Elgoibar, participando en el Memorial Juan Muguerza y afinando la forma para este verano tan importante.