Miles de personas debíamos estar preparando hoy la maleta o la bolsa de deporte. Los clavos, la camiseta, el chubasquero o el abrigo. Cientos de niños no dormirían tranquilos mañana porque el domingo tocaba correr en el cross de su vida. Quintanar de la Orden cumplió 40 ediciones en 2023 pero la edición siguiente deberá esperar. En las últimas elecciones hubo cambio allí y, como ya ha ocurrido otras veces, no todos los partidos tienen la misma visión con respecto al cross castellano-manchego. Algo, por supuesto, absolutamente respetable porque cada uno en su casa hace lo que cree que es mejor para él y quienes viven en ella.
Sin embargo, hay cuestiones que, desde nuestro punto de vista, deben invitar a la reflexión. La primera es que no hay otra disciplina que permita ver correr a los mejores por donde uno también puede correr. Y mezclarse con ellos antes o después de hacerlo. Lo segundo - tan o más importante - es que a la vez estamos educando. Son cientos los niños que cada carrera de cross acoge. Y en suma cada fin de semana una prueba de campo a través supone llenar los hoteles y hostales de la localidad. La gente acude y gasta y el cross dinamiza la economía durante esos dos días cada año. Algo que no pasará este fin de semana en Quintanar. Y lo echaremos de menos.
Echaremos de menos el trabajo altruista de Rafa y toda su gente del Club Atletismo Manchego. La paella del sábado después de acondicionar el circuito mientras los encargados de televisión cablean cada metro para poder exportar la imagen de Quintanar al mundo entero. Echaremos de menos el bullicio del domingo a primera hora, las respiraciones agitadas de los niños llegando a meta, los nervios y pronósticos a medida que llegan las carreras de los mayores. La sonrisa de los patrocinadores llevando el vino, el queso o el chocolate, que será - según su peso - para los vencedores de cada prueba. Y hasta a los políticos entregando cada trofeo.
Seguro que en cada localidad que hay cross (igual que pasa con cualquier otro evento) hay voces discordantes. Igual que hay datos objetivos que invitan a responder a la pregunta: ¿cuántos actos más tienen localidades como Venta de Baños, Cantimpalos, Elgoibar o Quintanar, que les permitan ser conocidos en el mundo entero? Mucha gente conoce estos lugares gracias al campo a través.
Este fin de semana echaremos de menos nuestro campo a través de Quintanar. Sin él, como sin cualquiera de nuestras carreras, pierde el cross. Pero también pierde Quintanar donde ojalá no tardemos en poder volver.
(Opinión de Alberto Calleja)
